Working Holiday en Japón: ¿Qué es? | Mi experiencia viviendo un año

Mucha gente me pregunta cómo fui a Japón y qué hice allí. Cada vez que menciono el visado Working Holiday, me miran con cara rara porque en España no es nada típico irse un año fuera con un programa diferente al Erasmus (y menos tan lejos y a un país tan diferente), y la verdad es que el Working Holiday lo definiría como la mejor oportunidad para vivir fuera.

¿Qué es el Working Holiday?

El Working Holiday es un tipo de visado que te permite viajar y trabajar un máximo de un año en el país para el cual lo solicites. Para que te hagas una idea, en Europa podemos viajar a nuestras anchas e incluso irnos a vivir y buscar trabajo a cualquier país dentro de nuestras fronteras sin ningún problema. Sin embargo, fuera de ellas necesitaremos un permiso a modo de visado.

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Muchos de los visados disponibles para vivir, viajar y trabajar fuera son el de estudiante (si te vas a estudiar a un instituto, una universidad o una academia; y con el que, en muchos casos, podrás trabajar pero con un límite de hasta 20 horas semanales), el de cónyuge de alguien con dicha nacionalidad y el de trabajo propiamente. Sin embargo, este último es el más difícil de obtener, ya que requiere que una empresa del país en cuestión te entreviste y te seleccione a miles de kilómetros de distancia como su mejor candidato para el puesto que ofertan. Y, como el hecho de que tengan que tramitarte un visado, probablemente pagarte el vuelo, buscarte (o no) un alojamiento, etc., les supone un esfuerzo y dinero extra, para encima ser alguien que ni conocen en persona, suelen preferir a alguien local o a un extranjero que al menos ya esté residiendo allí… Vamos, que no es fácil encontrar a una empresa que “se la juegue” por ti. Es por ello que este nuevo tipo de visado (“nuevo” para Japón, pues actualmente va tan solo por su segunda edición) es, desde mi punto de vista, la mejor oportunidad para irse a vivir fuera de Europa.

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¿Para qué países puedo solicitar el visado Working Holiday?

Hasta hace muy poquito, los únicos países (y los cuales siguen siendo sin duda los más populares) disponibles para irse con Working Holiday eran Australia, Nueva Zelanda y Canadá. Pero, desde hace un par de años, también podrás irte con este visado a Japón y Corea del Sur. ¡Y así es como me fui al mundialmente conocido como el país del sol naciente! 

¿Qué requisitos y limitaciones tiene este visado?

Para pedir este visado, en el caso de Japón y a grandes rasgos, tan solo tienes que:

  • Demostrar que tienes dinero suficiente en tu cuenta como para mantenerte allí los primeros meses y poder comprarte tu vuelo de vuelta en caso de necesidad: entre 2000 y 4000 € dependiendo de si ya tienes o no tus billetes de avión comprados.
  • Tener entre 18 y 30 años (¡hay que aprovechar mientras podamos!) 
  • y… ¡Nada más! Tan solo es eso. ¿Fácil, verdad? 

Bueno, en realidad hay varios requisitos más, que verás si entras en la web de la Embajada, pero realmente no siguen al detalle algunos de ellos o se pueden sortear sin problema. Así que si tienes alguna duda acerca de ellos, puedes preguntarme sin problema.

Toda la información sobre el visado se encuentra, como ya he dicho, en la web de la Embajada del Japón en España, y para cualquier duda también puedes llamarles por teléfono o contactarles por email. Para otros destinos, del mismo modo, deberás mirar la web oficial de la embajada correspondiente.

Templo sintoísta de al lado de mi casa

Cuando comenzó este visado (yo fui de la primera generación de Working Holiday españoles en Japón, y estoy segura de que además fui la primera en solicitarlo), el cupo era tan solo de 250 plazas, pero actualmente son 500 los españoles que pueden disfrutar anualmente de este visado, así que tranquilo/a que si quieres aprovechar esta oportunidad, ¡tienes tu plaza asegurada, ya que el cupo por ahora no se ha llenado nunca!

¿La única pega, aparte de la limitación por edad, en caso de que ya hayas superado los 30 años? Que este visado solo te permite estar un año, lo cual te limita también no solo a la hora de vivir (si tienes pensado quedarte más tiempo) sino también a la hora de encontrar trabajo, ya que las empresas de mayor nivel no querrán formar e invertir tiempo en alguien que tan solo estará unos meses. Aun así, ¡todo se puede! Eso sí, en el caso de Australia, si realizas tres meses de trabajo en hostelería o granjas en zonas alejadas de las ciudades más pobladas, puedes extender el visado otro año más. Sin embargo, por lo que yo sé, esto solo está disponible actualmente para Working Holiday en Australia. 

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De camping y senderismo en Queensland, Australia

Para vivir más tiempo en Japón, podrás solicitar directamente o cambiarte de visado una vez estés allí al de estudiante, cónyuge o trabajo, y con ellos podrás permanecer en el país siempre y cuando mantengas dicha condición (es decir, no dejes de estudiar, no te divorcies o no te quedes sin trabajo). Por el contrario, si tan solo quieres irte de viaje, siempre podrás solicitar el visado de turista (el cual te sellan nada más llegar al aeropuerto, es decir, no tienes que realizar ningún trámite previo desde España), con el cual podrás estar hasta 90 días en el país (¡un montón!). Pero, claro, no podrás trabajar. Bueno, de ilegal, sí, pero no lo recomiendo en absoluto.

Bueno, ¿y cómo se solicita el visado Working Holiday para Japón?

La solicitud es muy sencilla. Tan solo tienes que enviar un email a la Embajada del Japón en España (bien a su sede en Madrid o bien a su sede en Barcelona, según la que te convenga más) adjuntando todos los documentos que te piden para solicitar la Working Holiday. ¡Y listo! 

Como ya te he dicho, encontrarás toda la información (requisitos, documentos a entregar, contacto…) en la web de la Embajada. Aun así, te los dejo aquí también (a fecha de julio de 2019) y aprovecho para explicarte pequeñas dudas que ya resolví yo cuando solicité mi visado (aun así, si tienes cualquier otra o quieres confirmar algo, siempre es mejor que los llames para que ellos mismos te lo solucionen directamente, o por si su forma de trabajar cambiara de un año para otro). Los documentos que tienes que adjuntar, por tanto, son los siguientes:

  1. Este formulario de solicitud.
  2. Fotocopia de tu pasaporte. Obviamente, si no lo tienes, sácatelo.
  3. Fotografía tamaño carnet reciente para pegarla al formulario antes de escanearlo.
  4. Currículum vitae siguiendo esta plantilla.
  5. Tu plan de viaje siguiendo esta plantilla. No te ralles, yo puse únicamente las dos ciudades donde pensaba residir por un tiempo y luego añadí otras más indicando que en algún momento del año las visitaría; como es de entender, luego fui a más sitios todavía, pero es tan solo para tener una idea de que no vas demasiado a lo loco, sino que ya tienes un plan “estable”.
  6. Un escrito explicando por qué quieres participar en el programa Working Holiday. Aquí puedes ponerte romántico/a si eres muy friki o simplemente exponer tus motivos de manera resumida; al igual que al documento anterior, apenas le echarán cuenta. Yo acabo de releer el mío y madre mía qué empalagosidad de texto escribí sobre oportunidades de crecer personal y profesionalmente allí y sobre amistades que ya tenía con japoneses que habían sido compañeros míos de clase en Australia.
  7. Certificado médico. Tan solo tienes que ir a tu médico de familia, pedirle que te rellene un informe diciendo que estás perfectamente sano/a, lo imprima y lo selle. El mío literalmente ponía “PACIENTE DE 22 AÑOS, SIN ANTECEDENTES DE INTERÉS NI ENFERMEDADES CONTAGIOINFECTIVAS. PRESENTA BUENA SALUD”. Gracias, doctor.
  8. Declaración responsable de que careces de antecedentes penales en España y de que en Japón te vas a comportar como es debido (legalmente), rellenando esta plantilla.
  9. Justificante económico. Como ya he dicho, tienes que demostrar que tienes 2000 € (si ya tienes tus billetes de avión comprados), 3000 € (si solo tienes comprado uno de ellos) o 4000 € (si aún no tienes comprado ni el billete de ida ni de vuelta). Para ello tu justificante económico será tu declaración de la renta, tu saldo bancario, tus últimas nóminas… En mi caso tan solo adjunté el extracto bancario que te puedes descargar de la propia web del banco con tus últimos movimientos y en donde aparece el saldo de tu cuenta. ¡Muy fácil!

¿Y qué pasa si no tienes ese dinero? ¡Nada! Porque yo no llegaba en absoluto a esa cifra, así que, en lugar de poner mi cuenta, la que adjunté fue la de mi madre (así que si no llegas al mínimo de dinero, no hay problema :)). Eso sí, aunque en ningún momento me pusieron pegas, para asegurarme de que quedaba todo bien justificado adjunté también una fotocopia de su DNI con una declaración en la que ella firmaba que se presentaba como aval para así yo poder solicitar el visado, y una fotocopia de libro de familia para demostrar que efectivamente es mi madre. Y sin problema. Gracias, mamá. 

De todos modos, en ningún momento te cargan dinero de esa cuenta ni nada, es simplemente para confirmar que, para tus primeros meses de alquiler y otros grandes gastos, o por si tuvieras que regresar de inmediato a España, ya tienes ese colchón.

Como ves, son muchos más los documentos que hay que aportar de lo que parecía en el apartado anterior sobre los requisitos del visado, pero te aseguro que son muy sencillos y que los puedes preparar todos en el mismo día, exceptuando que tengas que ir al médico a por el certificado, hacerte la foto carnet o sacarte/renovar el pasaporte en días diferentes.  

¿Y luego qué?

Aproximadamente dos semanas después te dirán, también por email, si han aceptado tu solicitud (sería muy raro que no la aceptaran) y fijaréis la fecha para acercarte a la Embajada para adherir el visado a tu pasaporte

Esta cita será aproximadamente un mes antes de tu viaje y no has de preocuparte por no tener aún tu fecha de viaje confirmada o por ir “perdiendo tiempo de visado” porque esta cita es solo orientativa, por ir organizándose ellos mismos la entrega de visados, y éste solo comienza a contar el año una vez entre en el país. Es decir, como explico en esta otra entrada, el día que llegues a Japón, te irás a la cola de “residentes” en lugar de la de “turistas” y el equipo de inmigración del aeropuerto revisará que tu visado (el que te pondrán en esa cita en la Embajada) está en regla, te pondrá la pegatina de inicio de tu año con la fecha de tu llegada (y la supuesta fecha de fin) y te dará tu tarjeta de residente (tu DNI japonés). ¡Y listo! ¡Ya estás oficialmente viviendo en Japón! 🙂

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El adhesivo que se ve en la página de la izquierda es el visado de Working Holiday que te pegan en la Embajada el día que te presentas allí aproximadamente un mes antes del viaje. Y el pequeño adhesivo de la página derecha es el permiso oficial que te sellan los de inmigración en Japón en el mismo aeropuerto al que llegas.

Dónde viví

Vale, ¡pasamos a los detalles de interés para los que ya tengan decidido irse!

Aunque este visado te permite vivir en cualquier zona de Japón e ir mudándote de un sitio a otro, por motivos personales y de trabajo, en mi caso yo siempre viví en la región de Kansai (lo que viene a ser Andalucía en España, según los estereotipos de regiones propias del sur: gente más abierta y divertida, un dialecto diferente y la región donde mejor se come). 

Regiones de Japón – Wikipedia

En concreto, estuve un mes y medio viviendo en la prefectura de Shiga, en la ciudad de Otsu, a media hora de Kioto y a tres cuartos de Osaka; y nueve meses en Amagasaki, una ciudad de la prefectura de Hyogo a tan solo veinte minutos de Osaka y cuarenta de Kobe, con muy mala fama por ser el centro de la mafia japonesa, pero en la cual nunca vi nada raro ni peligroso, y además yo vivía en un barrio más “pijo” y residencial, por así decirlo, que se llamaba Tsukaguchi. Tenía de todo, todos los bancos, grandes supermercados, centro comercial, onsen (balneario típico japonés), bares y restaurantes… ¡Era genial!

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Aquí puedes encontrar todos los sitios que he mencionado. Tsukaguchi estaría situado, como ya he dicho, entre Kobe y Osaka, pero algo más cerquita de Osaka (a unas tres paradas en tren únicamente, nada en Japón).

¿Por qué elegí esa zona? 

Primero, por el estereotipo recién mencionado de la región de Kansai, que engloba las prefecturas de Shiga, Kioto, Nara, Osaka, Hyogo y Mie. Ya que me iba a un país donde la gente es famosa por ser muy introvertida y poco social, decidí que era mejor irme adonde me fuera algo más fácil socializar. Además, no tenía ningún interés en vivir en Tokio, ya que, aunque allí habría más oportunidades laborales, el coste de vida es más caro y los destinos más turísticos están la gran mayoría situados en Kansai (así que mi zona era la mejor para viajar y recibir visitas) y ya tenía amigos por allí

De hecho, ese primer mes y medio en Shiga estuve viviendo con una familia japonesa, hasta que encontré un piso en Tsukaguchi y el trabajo que quería. Y luego allí estuve compartiendo piso con otra chica que había venido inicialmente de Working Holiday y que luego se quedó dos años más con un visado de trabajo, que es cuando yo la conocí. Ambas experiencias me ayudaron a aprender de primera mano cómo viven los japoneses y cómo los extranjeros nos adaptamos al país (aparte de que cuando tienes la suerte de compartir piso con alguien tan genial, como fue mi caso, hace que la experiencia sea aún mejor :)).

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Dando una vuelta con el peque de la familia por el barrio 🙂

Como yo trabajaba en Osaka y Kobe, el lugar donde encontré el piso era perfecto. Además, es complicado encontrar un buen apartamento en el centro de las grandes ciudades y, como todo está perfectísimamente conectado por trenes (de verdad), la mayoría de gente suele vivir en las afueras. Así que no me arrepiento en absoluto ya que disfruté mucho de mi vida en una zona muy local y típica japonesa, con la única pega de que para salir a tomar algo tenía que volverme antes de las 12 de la noche para poder coger el último tren.

A modo de conclusión: para ciudades donde vivir, recomendaría totalmente Osaka, Kobe y otras ciudades situadas entre ambas, como la mía, Nishinomiya y Ashiya, por la tranquilidad, la autenticidad y la cercanía a muchos puntos atractivos de la zona. Y luego, fuera de Kansai, aparte de Tokio (donde viven exageradamente no solo la mayoría de españoles sino también de japoneses), mucha gente vive también en Yokohama, Nagoya y Fukuoka.

De qué trabajé

Esto ya lo explicaré con más detalle próximamente, pero, en resumen, trabajé todo el tiempo de profesora de idiomas. ¿Por qué? Porque es uno de los trabajos más típicos que ejercemos los extranjeros en Japón, porque me encanta dar clase y porque ya tenía diversos estudios* relacionados con la enseñanza, así que fui directa a ello.

*Concretamente, justo unos meses antes de ir a Japón, estudié un curso de TESOL (enseñanza de inglés a extranjeros) y otro de ELE (enseñanza de español para extranjeros), por lo que al tener estos certificados (aunque en ningún momento me pidieron demostrarlo) y un alto nivel de inglés (C1) sabía que, aunque tardara más que en encontrar un trabajo no cualificado, tendría bastantes puertas abiertas en academias de idiomas

He de decir que, efectivamente, hay bastantes oportunidades para profes de idiomas, aunque tampoco es fácil. Es muy difícil (o incluso imposible) encontrar un trabajo a tiempo completo de profe de idiomas a no ser que des clases en colegios y guarderías, por lo que si quieres trabajar en una escuela o academia privada, como fue mi caso, encontrarás a todos los profesores trabajando para varias escuelas a la vez, lo cual es bastante locura teniendo en cuenta el tiempo que dedicas a ir en tren de un sitio a otro, el tiempo que dedicas a preparar cada clase, los malabares que tienes que hacer para cuadrar todos los horarios, y el estrés añadido de la profesión en sí. 

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Primer día de trabajo, veinte segundos antes de entrar en la escuela.

Aun así, yo no lo cambiaría por nada. Los que me conocen bien saben que me encanta enseñar y que disfruté muchísimo de las clases que di allí, especialmente las de español. Poder compartir nuestro idioma y nuestra cultura es verdaderamente bonito y el reto de preparar clases que gusten y les hagan aprender es muy gratificante (aunque ello no quite para que sea a la vez muy estresante, como ya he dicho).

En mi caso, llegué a trabajar para cuatro lugares a la vez, aunque solo tenía uno como fijo desde enero hasta octubre ininterrumpidamente (los meses que estuve trabajando y viviendo allí):

  • Una escuela privada de español, probablemente la más reputada en Osaka, y que justo abrió una segunda sede en Kobe, razón por la cual trabajé en ambas ciudades.

Otras escuelas en las que estuve también trabajando por muy cortos períodos de tiempo fueron: 

  • Una academia de inglés
  • Dos academias de inglés y español (y que enseñaban millones de lenguas más)
  • Y una escuela de formación profesional, donde daba la asignatura de inglés en un grado superior en industria ferroviaria.
  • ¡Ah! Y aparte daba clases por mi cuenta (lo que más disfruté), la mitad de ellas a bailaoras de flamenco japonesas (súper curioso).

Así que para quien se pensara que había tirado un año de vacaciones… ¡No había trabajado tanto en mi vida! 

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Mis clases de japonés

Ay… Sin duda una de mis mejores experiencias en Japón fue estudiar japonés en Nishinomiya International Association (NIA), una asociación del ayuntamiento de la ciudad de Nishinomiya (entre Kobe y Osaka) para que locales voluntarios y extranjeros residentes en la zona puedan compartir su cultura e idiomas y así sentirse integrados. Se encuentra justo enfrente de la estación de tren JR Nishinomiya, en la 3ª planta del edificio y centro comercial Frente Nishinomiya, y si estás pensando en ir contáctame para pasarte la dirección de email y que les des un saludo de mi parte :). 

Los profes son todos voluntarios y los funcionarios que trabajan allí son un verdadero amor. Al tratarse de una asociación pública en la que intervienen voluntarios, tú como alumno/a tan solo tendrás que pagar una pequeñísima tasa simbólica (1,000 ¥ para clases privadas y 5,000 ¥ para clases grupales) al inicio del curso y con ello podrás recibir clases semanales durante medio año

Las clases eran íntegramente en japonés y, de verdad, los profes son estupendos. Han sido formados previamente y utilizan el material más típico entre los estudiantes (el libro “minna no nihongo”). Todo el japonés que he aprendido, aparte de poner mucho el oído y apañármelas yo sola en el banco y el supermercado, es gracias a mi profe. ¡Guardo muy muy buenos recuerdos! Además, participé en eventos culturales, me vistieron con kimono, conocí muchos extranjeros los cuales se convirtieron en mi único grupo de amigos (¡menos mal que me apunté a esos eventos!) y aprendí muchísimo del mejor aspecto de la cultura japonesa.

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Amigos que hice gracias a estos eventos. Este fue sin duda uno de los mejores días allí, celebrando el hanami (picnic bajo los cerezos en flor).

Así que si vas a Japón por una larga temporada, te recomiendo totalmente que busques estos centros cívicos donde enseñan japonés voluntariamente de manera gratuita o por un precio muy bajo, ya que lo hacen con todo su cariño y, como acabo de decir, uno de los mejores aspectos que descubrí del país fue su predisposición por hacer voluntariados sociales, ¡así que sumérgete de lleno y aprende con mucho agradecimiento! 🙂

Presupuesto y coste de vida

Vale, aquí llega otro aspecto clave. A pesar de ser Asia, la vida en Japón es cara. Es cierto que la calidad de vida, en cuanto a comodidades y estabilidad, es muy alta, ya que se tiende a tener un trabajo estable (menos el de profe en academias, como ya he dicho) y una rutina muy marcada. Además, dicha rutina suele llevarte a no salir mucho, por lo que es muy fácil ahorrar, pero también es muy fácil gastar en cuanto sales a un restaurante con comida más elaborada (10-20 €), sales de cervezas (3-5 € por cerveza, 25 € una cena con varias cervezas en un bar), vas de tiendas (súmale) o vas de viaje (súmale más, especialmente según cómo viajes y dónde te alojes); porque todo en Japón, excepto la comida más local, es bastante caro. ¡Hasta ir a la montaña o a la playa te puede costar decenas de euros o más!

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Este puente, por ejemplo, tiene mucha historia, solo quedan tres como este y está hecho con ramas y lianas, como se puede ver. Cada tres años, por seguridad, los reconstruyen y por ello hay pagar unos cuantos euros para poder verlo y cruzarlo. Ojalá todo fuera eso. ¡El peaje para llegar hasta esa prefectura (Tokushima) era carísimo!

A todo esto se le suma el seguro médico obligatorio*, los impuestos y la pensión* (estos dos últimos te los ahorras si tan solo vas a estar tu año de Working Holiday o menos tiempo), por lo que tus ahorros van bajando un poco.

Pero yo conseguí ahorrar yendo de viaje varias veces, saliendo todas las semanas cada vez que tenía un huequito libre, pagando mi seguro médico y apañándomelas tan solo con mi trabajo. 

*Cuidado porque en el ayuntamiento seguramente te apliquen el precio estándar para el seguro médico (hoken) y la pensión, en lugar del mínimo por ser tu primer año en Japón. Si te ocurre esto, verás que te llegan facturas a pagar para cada una de estas cosas. Pues no te preocupes. No es necesario llorar aún. Tan solo tienes que ir de nuevo a tu oficina del ayuntamiento, pedir que actualicen tus datos como residente para que tengan en cuenta que tus ingresos en el año anterior fueron 0 ¥ y ya está. En el caso de la pensión no tendrás que pagar nada y en el caso del seguro médico tan solo unos 1,700 ¥ aproximadamente (no recuerdo bien, pero de seguro que no unos 5,000-8,000 ¥ como me llegó a aparecer a mí y a muchos otros Working Holiday). Cuando te hagan este cambio, si ya has pagado o tienes que pagar aún el primer mes, aunque sea más de lo que te corresponde, tampoco hay problema, ya que te lo descuentan de equitativamente de los pagos de los meses posteriores.

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¿En qué momento se me ocurrió echarle una foto a mi acúmulo de tickets y facturas? Seguro que es por el shock de verme los bolsillos llenos de ellos: en Japón no hay papeleras en las calles y, por supuesto, nadie tira nada al suelo. Así que todo lo llevas a casa para que te haga compañía y allí ya, si eso, los tiras.

Sin embargo, como trabajé en muchos sitios a la vez no puedo decir cuánto cobraba exactamente, ya que cada mes mi nómina era diferente (y me llegaba cada una en días y semanas diferentes). Aun así, entre todos esos trabajos, estimo que gané unos 100,000 – 150,000 ¥ al mes (unos 800-1300 € redondeando mucho), aunque algunos meses cobraba bastante menos y otros un pelín más.

De alquiler, ya con los gastos sumados, tenía que pagar algo menos de 48,000 ¥ al mes (unos 390-395 €), unos 1700 ¥ de seguro médico (14 €) y, no sé, pongamos unos 10,000 ¥ en el supermercado (unos 83 €), aunque también salía a comer fuera o me compraba el almuerzo en algún sitio cercano al trabajo para comerlo en el descanso o de camino de una escuela a otra.

En definitiva (y redondeando mucho), para que se vea así más esquemáticamente:

+ 150,000 ¥ (salario aproximado)
– 80,000 ¥ (gastos fijos al mes aproximado)
—————————————————————————————————-
70,000 ¥ (660 € de ahorros al mes para invertirlos en mí misma).

Sin embargo, como ya he dicho, gastaba mucho en tren (¡aunque un punto muy a favor de Japón es que te suelen pagar los trayectos al trabajo!), alguna comida fuera y algún viaje. Y también me hice un gran viaje de un mes a la vuelta de Japón por el sudeste asiático, ¡pero todo financiado por mí misma gracias a mi trabajo allí! 🙂

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Uno de mis tantos trayectos diarios en tren.

Así que, aunque yo llevo una vida muy low cost (comprando comida barata, comiendo en sitios baratos y viajando de la manera más barata posible), sí, da para mantenerte segurísimo, y también para ahorrar. Eso sí, a partir del segundo año los costes fijos mensuales van aumentando incluso 8,000 yenes más por los impuestos anteriormente mencionados, pero con suerte también tendrás una mayor estabilidad laboral (cuanto más cobres, más pagas de impuestos y seguro médico).

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Los riquísimos niku man. Unos bollos chinos rellenos de carne por tan solo 1€. Este ha sido mi almuerzo más de una vez cuando tenía que teletransportarme de una escuela y otra.

Mi compañía y tarifa de móvil japonesa

Como uso un móvil libre, al que le puedo cambiar la tarjeta SIM cuando quiera, nada más llegar a Japón contraté una tarifa de móvil para poder tener número japonés. Esto es muy importante ya que en el currículum tendrás que poner este número. 

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La compañía que contraté.

La compañía con la que yo contraté la tarifa es AEON Mobile, de los centros comerciales AEON. La tarifa es de las más baratas que he visto y se puede pagar con tarjeta de crédito española, por lo que no es necesario tener una cuenta bancaria japonesa previa.

Mi tarifa es la siguiente:

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Si no recuerdo mal, la que yo me cogí era la tarifa recomendada sin llamadas de 1,480 ¥ al mes (la de la columna de la derecha), ya que imaginaba que no iría a hacer muchas llamadas. Efectivamente, tan solo realicé dos o tres a mi trabajo y ya está.

Pero si ves que vas a necesitar llamar a números japoneses más a menudo, puedes pillarte la de la izquierda. Eso sí, otra ventaja de esta compañía es que si te descargas la app y realizas las llamadas a través de la app, no te las cobran (a no ser que llames más de x minutos al mes, que es muy raro sobrepasarlo hoy en día).

Eso sí, también es recomendable que ya hayas hecho el registro en el ayuntamiento ya que pedirán que esté a nombre de un residente en Japón (tendrás que enseñar tu Residence Card con tu dirección actualizada para probar que eres residente). En mi caso lo puse a nombre de mi contacto japonés, que me acompañó y me ayudó a traducir lo que fuera necesario. Sin embargo, si no tienes ningún amigo/a japonés, no hay problema. Con tener tu dirección en tu tarjeta de residencia (la que te dan en el aeropuerto) y una tarjeta de crédito en la que domiciliarlo, ¡perfecto!

Y no te preocupes por el idioma. Si yo fui capaz de abrir una cuenta en el banco sin hablar japonés y sin ellos hablar inglés, ¡tú también puedes realizar todo trámite por gestos, palabras sueltas y google translate!

Eso sí, recuerda preguntar cómo darlo de baja, ya que lo mismo tienes que ir en persona a hacerlo, o bien lo puedes hacer online. En mi caso lo tramitó mi amigo así que me despreocupé, pero sé que era muy sencillo.

Por último… ¿Recomiendo la experiencia Working Holiday?

Por supuesto. Vivir fuera siempre es una experiencia que suma, no que resta. Puedes tener miedo a lo desconocido, a no saber desenvolverte, puedes sentirte solo/a durante más o menos tiempo… Pero siempre merecerá la pena, porque te hará crecer, te hará coger más confianza en ti mismo/a, trabajarás y, lo mismo, aprenderás un nuevo idioma. Todo contribuirá a mejorar tus habilidades personales y profesionales. Y, si no estás bien allí, siempre puedes volverte.

En cuanto al Working Holiday en Japón concretamente, si tienes curiosidad por vivir allí una temporada, te animo a que te lances. Al ser una cultura completamente diferente, todo será estimulante y apenas te dará tiempo a toparte de lleno con las incompatibilidades entre tu cultura y la suya (pues hay una gran distancia cultural, con sus pros y sus contras). Eso sí, tampoco lo idealices. Si lo que quieres es hacer muchos amigos japoneses y vivir como en un anime, o piensas que vas a ser feliz a diario, lo siento, pero dudo que consigas eso, ni de Working Holiday ni de ninguna otra manera. Lo mejor es ir sin expectativas y sin ideas preconcebidas, simplemente abierto/a a aprender, viajar y respetar la cultura.

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Katsuoji, el templo lleno de Darumas (Minoh, prefectura de Osaka)

Hoy día hay muchas cosas que echo de menos de Japón, pero también sabía que mi estancia allí tenía un final tanto burocrático como personal, pero eso no quita para que todo lo aprendido lo lleve conmigo día a día y me haya hecho crecer a todos los niveles.

Si vas, plantéate un objetivo realista –el mío fue dar clases, aprender japonés, visitar Hiroshima y viajar a Corea–, trabaja duro por conseguirlo y sorpréndete con lo demás que te venga –como los templos sintoístas, la naturaleza en sus montañas, la relación con los japoneses y extranjeros que conozcas y lo deliciosa que está su comida–.

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Koyasan, prefectura de Mie

¿Tienes alguna duda o te gustaría saber algo más?

Algunas personas me han escrito por Facebook o por Whatsapp preguntándome sobre cómo ir a Japón, cómo buscar trabajo, qué ver de viaje, etc. Tanto de esta experiencia como la del medio año que estuve viviendo en Australia, estoy más que feliz de contar y ayudar a quien sea. Al igual que yo suelo buscar blogs con experiencias y opiniones sobre lugares, estancias fuera, etc., a mí también me gusta compartir mis experiencias porque así puedo “devolver” todo aquello que aprendí gracias a otros. ¡Opino que así es como funciona y fluye la vida! Así que no dudes en escribirme si quieres preguntarme o comentarme algo porque estaré encantada de responder 🙂

じゃ, またね! ¡Hasta pronto!

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9 respuestas a “Working Holiday en Japón: ¿Qué es? | Mi experiencia viviendo un año

  1. Se ve que te lo pasaste muy bien y que es una buena experiencia. A mí me gustaría hacerlo, pero no puedo por el miedo, no el hecho de estar solo porque ya viajé por primera vez solo este verano, sino por el idioma.

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    1. Hola, Bryan

      ¡Disculpa por la demora en responderte! Efectivamente, el idioma es una causa muy común que nos echa para atrás, pero si tienes otras habilidades (dominas el español y el inglés, eres hábil o valiente para trabajos que no requieren idiomas como limpiador, cocinero, lavaplatos…) o incluso si te pudieras mantener con ahorros durante unos meses, la experiencia la puedes vivir seguro.

      Todo depende de cuánto te esfuerces para buscar trabajo y aprender poco a poco el idioma para que simplemente te ayude aún más. Es cierto que actualmente con la situación de la pandemia es más complicado todavía ir allí, pero si sigues con ese objetivo cuando sea más fácil viajar, ¡te sigo animando a ello!

      Saludos,
      Elena

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  2. Hola, como estas?
    Es muy lindo lo que haces, mucha información, y una bellisima experiencia de vida.
    Te escribo para decirte que soy Daniel, tengo 29 años, soy Argentino y ando ganas de hacer la visa WH de Japon. Aca en Argentina cumplo todos los requisitos, pero me falta uno:(, y es una declaración jurada se alguien que este alla y se asegure del respeto del protocolo sanitario( es todo por el covid) , mi email es
    Daniel-vazquez@hotmail.es
    Capaz vos que estuviste podes darme una mano, y bueno en caso de no poder, lamento la molestia ocasionada,

    Te dejo un gran saludo
    Y todas mis buenas vibras para que sea lo mejor
    Daniel!

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    1. Hola, Daniel. ¡Muchas gracias por tu mensaje!

      Actualmente ya no vivo en Japón, por lo que desconozco los trámites extra que piden a causa del coronavirus ni puedo echarte una mano al respecto. Es súper raro que pidan eso, ya que es normal que yendo con una WH no conozcas a nadie de antemano viviendo allí. ¡Espero que lo consigas! Te recomiendo contactar con la Embajada para que te den consejos sobre ello.

      Saludos y ¡buena suerte!
      Elena

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  3. hola, en work and holiday japon trabajas 6 meses y luego con los ahorros puedes viajar los otros 6 meses no? si hago wah japon puedo aplicar en otro luego como australia por ejemplo? y por ultimo trabajar en el campo en japon es dificil verdad? Muchas gracias

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    1. ¡Hola, María!

      Con el visado tienes permiso para simplemente estar en el país y trabajar en él (si quieres, claro) hasta un máximo de un año. Por lo tanto, en ese año puedes trabajar tanto como quieras: el año entero, la mitad, un mes o nada si así lo decides. En mi caso, por ejemplo, busqué trabajo y viajaba los fines de semana y días que me tomara de vacaciones, así como el último mes del visado, que dejé el trabajo y me fui de viaje.

      En cuanto al visado para otros países, es un procedimiento independiente para cada país, por lo que sí, puedes solicitarlo para Australia u otros destinos siempre y cuando cumplas con los requisitos (edad, número de visados disponibles, idioma si te lo piden, etc).

      Por último, desconozco cómo de difícil es trabajar en el campo en Japón. Desde luego no conocí a nadie que lo hiciera. Para trabajos fáciles de conseguir, lo más normal era encontrar trabajo en fábricas u hoteles. En la oficina «Hello Work» de la ciudad a la que vayas te pueden asesorar y llamar para ofrecerte entrevistas. Si quieres trabajar en el campo, puedes echar un vistazo a webs de voluntariado como «workaway», ¡tal vez ahí puedas encontrar opciones!

      ¡Saludos!

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  4. Hola Maria!
    Estoy buscando info sobre la Working Holiday y me encontré con tu blog, que me ha resuelto muchas dudas, pero tengo algunas preguntas que no consigo aclarar buscando en google, ¿Puedes solicitar el visado en cualquier momento del año? Y una vez lo has conseguido te puedes ir en el momento del año que desees o hay un tiempo limitado para salir del país? Y podría solicitarlo el mismo año en el que cumplo 31 años siempre y cuando no los haya cumplido todavía?
    Muchas gracias!!!

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    1. ¡Hola! Sí puedes solicitarlo en cualquier momento del año. El período de admisión de solicitudes comienza el primer día laboral del mes de enero. La única limitación es que se agote el cupo de visados por año (500 visados), desconozco si se agotaron el año pasado, pero siempre puedes solicitarlo y ver qué te responden o llamar a la Embajada de Japón en España y preguntar cómo va el cupo.

      Una vez que te dan el visado, al menos para las Working Holiday en otros países sueles tener un año para entrar, pero no encuentro la información oficial. Te recomiendo que llames y te asegures.

      Y, efectivamente, mientras lo solicites teniendo aún 30 años, entra dentro del período de validez. El único requisito es que no envíes la documentación teniendo ya 31, pero sí puedes solicitarlo con 30 y entrar en Japón con 31 años.

      Puedes revisar toda la información oficial y contactar con ellos en el enlace de la Embajada:
      https://www.es.emb-japan.go.jp/itpr_es/00_000378.html

      ¡Saludos! 🙂

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