Quedan escasas semanas para que pueda volver a poner rumbo a lo «desconocido» (para mí) y embarcarme en una nueva aventura que me haga crecer, conociendo lugares y personas (incluida a mí misma). Esta sensación me recuerda sin duda al primer viaje que hice sola en Europa, mi continente natal, hace dos veranos. Y es que tras haber vivido una temporada en Australia y en Japón, en mi primer verano de vuelta en Europa decidí pasar la última semana de vacaciones en un maravilloso país de los Balcanes: Croacia.
Aunque al menos entre los españoles se ha ido haciendo popular por ser el escenario de rodaje de importantes escenas de Juego de Tronos, lo cierto es que este país ya lleva decenas de años recibiendo montones de turistas, especialmente de Alemania, República Checa o Italia. Esto se debe a que Croacia es un país precioso caracterizado por el Mediterráneo y por sus paisajes montañosos. Y Croacia no es solo geografía. ¡A ello hay que sumarle la interesante historia de sus ciudades!

Antes de seguir hablando del viaje… ¿Es Croacia un destino seguro durante la pandemia?
Resumidamente, diría que sí. En esta primera semana de julio de 2021 la media de casos diarios de coronavirus en Croacia es alrededor de 100. Y cerca del 36% de la población ya ha sido vacunada. Por lo tanto, no aparece como un destino de riesgo. Eso sí, el riesgo también dependerá de cómo viajemos nosotros (si vamos a salir de fiesta, si vamos a permanecer mucho tiempo en zonas concurridas, si vamos a compartir habitación con desconocidos…).
Teniendo en cuenta que en Croacia se hace mucha vida al aire libre, que comparte con España la dieta mediterránea, el disfrute del mar y el sol; pero con un toque lo suficientemente exótico (como el idioma y el espíritu mediterráneo, especialmente para aquellos que estamos acostumbrados al Atlántico), se alza como uno de los destinos cada vez más populares y posiblemente más atractivos este año precisamente por la baja tasa de contagios cuando estamos al aire libre.

Para entrar en Croacia (información actualizada en este enlace) necesitas haberte descargado el Certificado Covid Digital de la UE, el cual requiere que tengas una de las siguientes opciones:
- Prueba PCR negativa (realizada en las 72 horas anteriores a la llegada)
- Prueba de antígenos negativa (realizada en las 48 horas anteriores a la llegada)
- Vacunación completa con cualquiera de las suministradas en España
- Haber pasado el COVID-19
Eso sí, aunque viajemos por Europa y la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) nos cubra cualquier urgencia médica, sigue siendo recomendable contratar un seguro médico de viaje, ya que la TSE solo cubre lo que permita la sanidad gratuita del país de destino, por lo que en países como Croacia o Francia, entre otros, que tienen copago no solo en los medicamentos (como España) sino también en las consultas y hospitalizaciones, tendríamos que seguir pagando parte de dicho coste.
Un seguro médico de viaje nos lo cubriría al 100%. Es por ello que si vas a viajar por Europa (o más allá, en cuyo caso es más que necesario) tal vez te interese saber que por ser lector/a de este blog tienes un 7% de descuento en los seguros Chapka entrando a través de este enlace o con el código de descuento ITACA. Yo llevo contratando esta compañía desde que la descubrí hace tres años, ¡aunque aún por suerte no he tenido que usarla! Además, dispone de seguros de cancelación, descuentos para PCR y este verano han abaratado los seguros Cap Trip para viajes de corta duración. ¡Te animo a que eches un vistazo y cuides de tu salud!

¿Qué ver en 5 días en Croacia?
La primera vez que visité Croacia (he ido dos veces) me centré en hacer una pequeña ruta por Dalmacia, la región sur del país, y hogar de dos de las ciudades más importantes del país: Split y Dubrovnik.

¿Cómo llegar a Croacia?
– Por avión (vuelos directos): Madrid-Zagreb y Madrid-Split; Barcelona-Zagreb, Barcelona-Split y Barcelona-Dubrovnik
– Por tierra: Teniendo en cuenta que suele haber un control policial en las fronteras con los países colindantes, como Eslovenia y Montenegro. En estos controles, un policía sube al autobús o bien bajas del mismo para mostrar tu DNI o pasaporte. Si vas en coche, posiblemente tengas que parar y hacer lo mismo, como si se tratara de pasar un peaje. Es por ello que se recomienda dejar bastante tiempo entre un medio de transporte y otro (en caso de hacer trasbordo) o viajar en coche sin prisa, ya que entre los controles policiales y otros factores externos del viaje se puede alargar un poco más de lo esperado.
Una compañía de bus muy utilizada en Croacia es Flixbus, que opera bastante bien en el país ya que tiene bastantes coenxiones (por ejemplo, Zagreb-Splitp cuesta unos 20€), y también tiene conexiones con otros países, como Alemania.
– Por barco: Existen rutas marítimas entre Italia y Croacia, cruzando el mar Adriático, como por ejemplo Ancona-Zadar, Ancona-Split y Bari-Dubrovnik.
Día 1 (completo): Split
Debido a que me cundió bastante el día que pasé allí y he publicado una entrada aparte que puedes leer aquí. Solamente resumiré aquí que Split se trata una ciudad que merece completamente la pena visitar.
Es la segunda ciudad más importante de Croacia así como la capital de la región dálmata. El casco histórico perteneciente a la época romana es impresionante y desde ella salen además muchos ferries hacia las islas cercanas, pues el país alberga más de 1200 islas repartidas por el mar Adriático, haciéndolo un destino muy llamativo para aquellos con dinero (que quieren relax en el paraíso) y para los más ahorradores (que queremos disfrutar de un buen chapuzón con bonitas vistas durante nuestras escapaditas).
¡No te pierdas el post sobre Split!

Día 2: Brač island (Supetar y Zlatni Rat)
La isla de Brač es popular por sus campos de olivos y por albergar la playa más famosa que encontré por las redes: Zlatni Rat.
¿Cómo se accede a la isla?
En el puerto de Split, se puede coger el ferry Split-Brač de la compañía Jadrolinija (es la compañía principal del mar Adriático). El ticket de ida y vuelta (la vuelta es abierta) cuesta 66 kunas (8,81€). Se puede comprar en la ventanilla del puerto de Split en el mismo momento de la salida y el trayecto dura unos 50 minutos.

Ferry de la compañía Jadrolinija en el puerto de Split
El ferry te deja en Supetar, la capital de la isla. El pueblo es pequeño y pintoresco. Se puede visitar dando una vuelta en una o dos horas, según el tiempo que quieras dedicarle y si quieres visitar algún sitio en particular o sentarte a comer o tomar algo. En mi caso la visité ya por la tarde esperando al ferry de vuelta.

Encontré la playa Zlatni Rat buscando en Google «qué ver en Split» como la mejor playa de Croacia. Así que, «¿por qué no visitarla?», pensé. Era una buena excusa para visitar la isla.

La playa, traducida en inglés como «Golden Horn» o «Cabo Dorado» en español, es conocida por ser una gran extensión de playa de piedras blancas en forma de pico en uno de los extremos de la isla. Debido a su superficie, la puede visitar bastante gente sin llegar a estar demasiado pegados (de hecho, se suele llenar), y además tiene una zona específica para nudistas, por si te interesa esta práctica.
Si vas sin muchas bebidas, comida o incluso se te han olvidado las gafas de bucear (¡interesante en Croacia! yo aún no entiendo cómo pude dejármelas deliberadamente en España, pues me encanta la sensación de ver el fondo marino y los peces que habitan en él), no te preocupes, porque hay bastantes puestecitos por allí, aunque imagino que caras. Y en mi caso, para el almuerzo en la playa me compré una empanada en una de las panaderías de la ciudad, antes de coger el ferry, y me vino genial (espíritu mochilero).
Otro punto a favor de esta playa y que se repite en muchas otras playas croatas, es la presencia de cambiadores junto a la playa. Si no tienes el bañador puesto o quieres cambiártelo justo antes de irte, te introduces en uno de los cambiadores que son como un biombo circular y te cambias en un momento. ¡Muy útil! También hay un baño, posiblemente de pago, si no recuerdo mal.
Cómo llegar a la playa Zlatni Rat desde Supetar:
Para llegar a la playa hay que coger un autobús, que se encuentra justo saliendo del ferry, a la izquierda, siguiendo recto por la zona del parking hasta que veas el cartel de «bus a 20 m» referente a la estación de autobuses (está a un minuto de distancia). Allí coges un autobús a Bol (en el cartel mismo pone Supetar-Bol), cuyo ticket de ida y vuelta cuesta 50 kunas. Una vez en Bol, dejando el mar a tu costado izquierdo y el pueblo a tu costado derecho, llegas al paseo marítimo que desemboca en la playa Zlatni Rat. El paseo hasta la playa dura en total unos 20 minutos aproximadamente. También se puede coger un trenecito que te lleva a la misma por 20 kunas, pero a no ser que seas muy vago/a o tengas problemas físicos, recomiendo andar, pues se llega en nada al paseo marítimo y está la gran parte en sombra.

Horarios Bol-Supetar junto a la taquilla de venta 
Taquilla de venta del billete a Bol en Supetar 
Estación de llegada del bus a Bol 
Zlatni Rat vista desde el inicio del paseo marítimo
El trayecto completo Split-Zlatni Rat dura por tanto, 2 horas (ferry + bus) y 20 minutos (a pie). Nada más que por las vistas del ferry y el bus (me estoy acordando justamente ahora de esas vistas mientras escribo estas palabras…), si te gustan los viajes por la costa y explorar lugares distintos, merece la pena. El punto positivo de pasar varios días en la ciudad de Split es precisamente la de visitar las islas cercanas.

Si ya has estado en otras playas en el Mediterráneo (Baleares, Sicilia, Croacia…) tal vez esta playa no te resulte espectacular. Como digo, es la excursión en sí a la isla lo que más se disfruta, el explorar este rincón del país. Sin embargo, en cuanto a playas seguramente hay montones en Croacia que merecen igual o más la pena. ¡Ya depende de tus planes!
Día 3: Split – Dubrovnik
Dubrovnik es posiblemente la ciudad más conocida de Croacia. También famosa por ser el escenario de «Desembarco del Rey / King’s Landing» en la serie Juego de Tronos, lo más llamativo es la Ciudad Vieja amurallada que tuvo que ser reconstruida tras el bombardeo del ejército yugoslavo durante la Guerra de Croacia en 1991. ¡Dubrovnik es sin duda una visita obligada!

¿Cómo ir a Dubrovnik desde Split?
En mi caso, cogí un bus de la compañía Flixbus que salía a las 10:30 desde Split. Es súper fácil llegar a la estación de autobuses en Split, pues está justo frente al puerto, donde se cogen los ferries, tan solo a unos minutos a pie del Palacio de Diocleciano. Por si sirve de orientación, en la acera izquierda están los autobuses y al otro, dando al mar, por supuesto, es donde están los ferries.
Como consejo a tener en cuenta, mi autobús llegó puntual pero no en el andén señalado en la reserva, así que recomiendo estar pendiente de los autobuses que llegan para ver dónde paran. Igualmente, en el cristal del conductor hay un cartel con la trayectoria que realiza el autobús y él mismo escanea el código QR y te dice cuál es tu autobús si te has equivocado.
De camino a Dubrovnik hay que cruzar momentáneamente Montenegro (es interesante verlo en el mapa), para lo cual tendrás que presentar tu DNI o pasaporte, ya que un policía subirá al autobús para realizar un breve control.

Estación de autobuses de Split 
Vistas desde el autobús en el trayecto a Dubrovnik
Día 4 (completo): Dubrovnik
Una vez en Dubrovnik principalmente dos actividades:
- Visitar la Ciudad Vieja, es decir, toda la zona intramuros (tanto de día como de noche, ¡transmite un aire diferente!).
- Recorrer la muralla (para mí, obligatorio; ¡me gustó mucho!). La entrada normal cuesta 200 kunas (26,7€) y con carnet joven 50 kunas (6,68€), ahorro importante. En cuanto al tiempo a dedicar a esta actividad, se supone que la gente suele tardar en recorrerla 1-2 horas, pero yo estuve alrededor de 3 horas, con algunos descansos, disfrutando de las vistas y haciendo fotos.
Asimismo, recomiendo explorar un poco el área extramuros, ya que impresiona y se disfruta de las vistas de la Ciudad vieja desde fuera.

Para los turistas de libro, existe una tarjeta llamada «Dubrovnik 1day card» (para la cual también existe la «3days card» y la «7days card») que incluye la entrada a la muralla, un teleférico para subir a un monte cercano, entradas a algunas exposiciones, etc.; por lo que supone un cierto ahorro si quieres aprovechar todo lo que te ofrece la ciudad. Sin embargo, puesto que yo no la compré, no puedo llegar a opinar sobre ella. En mi caso, para lo que tenía pensado ver, no me salía rentable. Tan solo gasté en billetes de bus y la entrada a la muralla.

Ticket del bus: Cada mañana compraba un par de tickets (para la ida y para la vuelta) nada más salir del apartamento, pues justo debajo tenía una taquilla de venta 
Mapa de las líneas de autobuses de Dubrovnik.
Es muy fácil moverse por la ciudad.
Si vas en verano te recuerdo que hace un calor terrible, aunque viniendo de Andalucía y habiendo vivido concretamente cinco años en Sevilla estoy más que acostumbrada a dicho calor. Aun así, recomiendo llevar ropa ligera y fresquita, gafas de sol, crema solar, gorra/sombrero y mucha mucha agua (sobre todo si te dispones a recorrer la muralla con tanto calor).
¿Punto positivo de viajar a Croacia con este calor? ¡Pegarte un chapuzón en cada playa que encuentres! En mi caso, no hubo ni un día que no me bañara. Dedicaba la mañana a turistear por la urbe y la tarde a turistear en modo sol y playa. La playa a la que fui en Dubrovnik se llama playa Banje; es pequeñita pero con vistas bonitas, y acabé yendo las dos tardes que estuve en la ciudad.

En cuanto a comida, todo es más caro en la zona intramuros. Por ejemplo, una porción de pizza en una «bakery» justo a la salida de la puerta de la muralla de camino a la playa me costó 17-20 kunas (2,6€), mientras que dentro de la «old town» me costó 30 kunas (4€). Hablo de porciones de pizza porque es sin duda lo más barato que encontré, pero si quieres comer o cenar en el casco histórico en algún restaurante concreto, recomiendo reservar.
Alojamiento
En mi caso me quedé en un apartamento (Gara Rooms) justo enfrente de la estación de autobuses, pues sale más barato que dentro de la Ciudad Vieja. Lo compartí con dos parejas de amigos que también la dueña me trató genial (incluso me invitó a una cena en su casa, que está en el piso de abajo del apartamento) y justo enfrente se encontraba la parada del bus que llevaba al centro histórico.


Día 5: Dubrovnik – Barcelona
Gracias a que justo enfrente de mi alojamiento se encontraba la estación de autobuses desde la cual sale el autobús al aeropuerto, compré allí mismo el billete y me ahorré el estrés de tener que salir antes del alojamiento. El ticket costó 60 kunas (8€) y el trayecto duró 40 minutos (recomiendo sentarte en el lado derecho del vehículo para tener las vistas al mar). Dicho bus se llama «Official Shuttle Bus» y era de color blanco, aunque también vi que había otras empresas que operan hacia el aeropuerto son atlas-croatia.com o arriva.com.hr.

Otras excursiones de 1 día desde Split:
- Isla Brać / Brać island
- Isla Hvar / Hvar island
- Trogir
- Omiš
- Castillo Klis / Klis castle
- Cascadas Krk / Krk waterfalls
- Kastela gomilica
Todos estos lugares (a excepción del castillo y las cascadas, que a pesar de ser muy famosos no los he visitado), los visité en un segundo viaje que hice a Split el verano pasado. Suelo improvisar un poco y tratar de descubrir sitios tal vez no tan famosos, pero para el castillo y las cascadas hay muchas excursiones guiadas y los viajeros que conocí que fueron allí les encantó. ¡Los tengo pendientes!

Coste del viaje
Mi coste total del viaje sumando el alojamiento, comida y transporte (excepto los vuelos) fue de 341,5 €, es decir, unos 57 €/día. Lo consideraré barato ya que se podría decir que yo no gasto mucho en comer ni en beber. Si eres más de degustar diversos restaurantes y de tomarte tus cervecitas, copas o vinitos, ¡súbele al presupuesto!
Un consejo importante para ahorrar dinero es el siguiente:
¡Saca dinero en la moneda local (kunas en este caso)!
No indiques nada de euros, pues seguramente te cobren más. Yo estimo que probablemente perdí unos 30€ del presupuesto anteriormente indicado solamente en los cambios de moneda. Otra recomendación es llevar la tarjeta Revolut o Bnext para viajes fuera de la zona euro.
Por otro lado, ten en cuenta que la gran mayoría de alojamientos en Croacia piden que el pago sea allí en persona, por lo que no te preocupes si no lo puedes pagar de antemano (la reserva la tendrás hecha sin problema) o si tienes que sacar dinero para pagar en efectivo.
Curiosidades: consejos para pronunciar croata
El croata es un idioma bastante curioso y exótico desde mi punto de vista. Lo más difícil es integrar tantas consonantes (o tan pocas vocales) en las palabras. Es por ello que por aquí dejo ejemplos de cómo se pronuncian algunas consonantes:
croata = español
j = i
č = ch
š = sh
r = como la nuestra
Algunas palabras curiosas son:
- Trg = Se pronuncia «terg» (con sonido suave, como «gu») y significa «plaza»
- Hvar = Se pronuncia «jovar» y es el nombre de una de las islas más visitadas
- Hvala = Se pronuncia «jovala» (o incluso «joala» en la zona de Split) y significa «gracias«
Asimismo, hay muchas palabras que proceden del latín y que suenan al español, como:
- gratis (exactamente igual que en nuestro idioma, lo verás en varios carteles)
- pepeljara (que pronunciado suena parecido a «papelera», pero no significa «papelera» sino «cenicero»)
Otra curiosidad del idioma croata son que tiene 7 declinaciones. Por lo tanto, tras venir hablando inglés y japonés a diario, donde solo hay una conjugación para cada tiempo verbal y prácticamente cero concordancia con género y número, aprender croata tiene que ser una locura.
Y, por último, que para los no amantes de las lenguas ya resultará cansino, a mí me sorprendió mucho descubrir que los croatas colocan las palabras en el mismo orden que nosotros (al menos hasta lo que yo sé) y no al revés como en el inglés, como si dijeran «King Lion» (en vez de Lion King) o «Design of Interior» (en vez de Interior Design).
Comida típica croata
Aparte de los platos comunes a la dieta mediterránea (carnes, pescado…, este último de bastante calidad, por lo que he escuchado), una comida típica pero también «comida rápida local» es el ćevapi, una especie de kebab de pan de pita con carne similar a salchichas o albóndigas alargadas de ternera. Se puede acompañar con cebolla y salsas. Está rico y es barato. Eso sí, aunque aparente poca cosa, ¡llena mucho!
Por cierto… ¿Viajar sola en Croacia? ¿Sí o no?
Tengo una reflexión bastante larga y detallada sobre ello, así que la dejo para otra entrada próxima (me gustaría publicarla a finales de julio). Eso sí, mi respuesta resumidamente es… ¡POR SUPUESTO! Yo viajé sola, disfruté muchísimo y no me sentí insegura en ningún momento. Ya contaré anécdotas en la siguiente entrada.












