皆さんこんにちは! Minasan konnichiwa!
Espero que todos estemos muy genki y sanos, y aprovecho que muchos estamos mejorando nuestras habilidades culinarias durante la cuarentena para compartir el mejor plato japonés que sé cocinar y por el que muchos me habéis preguntado por él (¡lo cual me hace mucha ilusión!). Se trata de una de mis comidas favoritas… ¡カレーライス curry japonés!
Su nombre カレーライス realmente no viene del idioma japonés sino del inglés curry rice, que pronunciado a la japonesa se dice karē raisu (カレーライス). Esta es, por tanto, una de las muchas comidas japonesas que tienen su origen en la cocina occidental. Este estilo, que está ya muy integrado en la cocina del día a día japonesa se llama yōshoku (洋食), y abarca otras comidas muy populares como el omuraisu (parecido a nuestro arroz a la cubana) o hanbāgā (hamburguesa). Si todo sale bien y voy mejorando, ¡podré ir subiendo también estas recetas! Están todas buenísimas.
¿Y qué tiene de especial este curry, si ya lo hemos probado varias veces en restaurantes indios, que es lo que me pregunta mucha gente? ¡Pues que no hay un solo tipo de curry! ¡Hay montones! El curry indio, el curry tailandés, el curry japonés… ¡Y cada uno con un sabor distinto! Por eso cada vez que invito a alguien a comer a casa, intento que prueben este plato. Al menos a mí me hace mucha ilusión, porque el curry japonés no solo me encanta por su sabor, sino también por su olor, que me transporta de nuevo a los hogares japoneses, cuando volvía del trabajo y la calle olía al curry que las familias estaban cocinando para la cena. Y como por suerte (porque seré toda mi vida una aprendiz de cocina) me sale bastante rico y fiel a la receta que me dieron allí mismo, ¡espero que a vosotros también os salga genial y os guste al menos casi tanto como a mí!
Ingredientes (para 2 personas):
- 200 g de carne (normalmente pechuga de pollo o lonchas finitas de cerdo o ternera)
- 2 vasos de arroz
- 1 cebolla
- 1-2 dientes de ajo
- 2 zanahorias
- 2 patatas
- Curry
Si prefieres añadir una mayor o menor cantidad de alguno de los ingredientes, ¡sin problema! Puedes adaptarlo a tu gusto. De hecho, es muy posible que cada receta sea ligeramente diferente. Esta es la que aprendí allí.
Pasos – 作り方:
1. Cocer el arroz
Lo suyo es usar arroz japonés, una variedad de grano más corto y que queda más pegajoso una vez cocido. En Japón lo suelen hervir en una suihanki (炊飯器), que literalmente significa «máquina de cocer arroz», y que para nosotros es una arrocera. Así es como se cocina el arroz en muchos países del este asiático, pero si no tienes, lo puedes hervir también en una olla siguiendo los pasos que indique el paquete del arroz.
Y en el caso de no tener arroz japonés, no pasa nada. No quedará tan auténtico, pero seguirá estando rico. Yo también me aguanto con arroz español o uso otro grano por darle un toque diferente cada vez. ¡Cuando vuelva a Japón ya volveré a comer arroz japonés!
2. Freímos la carne a la plancha
Mientras se cuece el arroz, vamos friendo la carne. En mi caso suelo usar pechuga de pollo, aunque como dije en los ingredientes también se puede usar ternera o cerdo en lonchas muy finitas, de unos milímetros, que es como lo cocinan en Japón.

3. Retiramos la carne y freímos el ajo y la cebolla
Cortamos la cebolla en juliana y picamos el ajo y los añadimos a la sartén previamente habiendo retirado la carne.

4. Añadimos las patatas y las zanahorias
Vamos pelando y cortando las patatas y las zanahorias tal y como si las fuéramos a añadir a un guiso (al fin y al cabo el curry es un guiso también). Una vez está hecha la cebolla, añadimos las patatas y las zanahorias para que su superficie se fría un poco antes de cocerlas.

5. Juntamos la carne y las verduras y llevamos a ebullición
Pasados un par de minutos, lo juntamos todo y lo llevamos a ebullición. Lo podemos hacer en una olla o bien en la misma sartén si se trata de una sartén lo suficientemente profunda. Yo uso una opción u otra según los utensilios que tenga en mi casa. En Japón, por ejemplo, lo solía hacer en una olla y aquí en una sartén. Lo importante es que el agua cubra hasta aproximadamente un dedo por encima de los ingredientes, pero no más, puesto que el exceso de agua nos puede perjudicar al final. También es recomendable quitar con la ayuda de una cuchara o un cucharón la espuma que puede ir apareciendo en la superficie al principio de la cocción.

6. Añadimos el curry
Una vez hayamos comprobado que las patatas y las zanahorias están totalmente cocidas, añadimos el curry y lo vamos removiendo a fuego lento para que se vaya derritiendo y mezclando homogéneamente. Si nos queda muy mazacote, le podemos añadir más agua. Y si está demasiado líquido, más como una sopa que como una salsa, le podemos añadir un poco de harina para que espese (a mí esto último me pasó las tres primeras veces que cociné curry).

En mi caso, uso unos bloques de curry que me traje de Japón y que cada vez que alguien viene a visitarme le pido que me traiga más. Esta vez usé los de la marca Kokumaro (こくまろ) pero otras veces he usado los de otra. También lo podemos encontrar en tiendas de productos de comida asiática o en tiendas online. Eso sí, uno de los detalles más importantes a tener en cuenta cuando compramos el curry es el nivel de picante: esto suele venir indicado en una escala del 1 (menos picante) al 5 (más picante) como la que aparece en la esquina inferior izquierda del paquete.
Y si no nos gusta la opción de buscar el curry en tiendas, siempre podemos hacerlo de un modo más casero. De hecho, mi amiga Victoria de Nipponpoi subió el otro día a sus historias destacadas de Instagram su receta casera de curry japonés. En su caso derritió un dado de mantequilla en la sartén, añadió una taza de harina, y sin dejar de remover, una vez doradita, añadió 2-3 cucharadas de curry y cayena en polvo.
Opcional: También podemos añadir a nuestro curry una vez derretido un chorreoncito de ketchup, salsa de soja o miel. ¡O una combinación de ellos, según el toque que le queramos dar!
7. ¡Listo para servir!
Apagamos el fuego y vamos sirviendo el arroz, que cubra aproximadamente la mitad del plato, y en la otra mitad servimos nuestro curry.

CONSEJO: Si has cocinado arroz y curry de más, mejor, porque si te encanta como a mí ¡acabarás repitiendo! También puedes guardar una ración para otro día o llevártela al trabajo en un tupper. Es cierto que está mejor recién hecha que descongelada pero yo a veces lo hago para ahorrarme un día de cocina.
¿Otras variantes?
Si vas a Japón encontrarás que además del curry rice hay un sinfín de variedades llamadas curry nosequé. ¡El paraíso si te ha gustado este sabor! Puedes probar:
- Katsu karē: con filete de cerdo empanado
- Hanbāgu karē: con hamburguesa
- Korokke karē: con croquetas (suena gracioso escribir esto)
- Chiizu karē: con queso
- Ebi karē: con gambas
- Ika karē: con calamares
- Yasai karē: solo con verduras (¡puedes añadir las que quieras, genial como opción vegetariana!)
- Karē rāmen: sopa de curry con fideos «rāmen»
- Karē udon: sopa de curry con fideos gruesos «udon»
- ¡Y hasta bollos rellenos de curry!
Espero que lo disfrutes y si pruebas a cocinarlo, ¡cuéntame qué tal te ha salido! 🙂
¡Nos vemos por aquí! じゃ, またね!

Y si quieres leer más sobre mi experiencia en Japón: